No importan los años que han pasado desde que colgué la
primera obra de arte que aún me acompaña. Es un balcón de uno de los edificios
consabidos que hay en Madrid. Allí concentré mis recuerdos de hogar, de
familia, de realidad soñada. Ahora, en la primera exposición de Moreno–Mata he
vuelto a sentir ese reto de realismo que hace salir polvo del camino al paso de
un tractor o de un camión en la calle solitaria, el mito vuelve a la realidad
soñada y antes como ahora se produce una energía vital entre el cuadro y el que
lo mira. El expectador siente una simbiosis energética, en que el sueño, como
la energía, no se destruye, se transforma haciendo realidad lo soñado.
Mercedes Junquera Gómez, profesora emérita de Literatura Española de la Universidad de Bowling Green, Ohio y amiga entrañable.
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